Bienvenida a mi blog “Skin&Wellner” ¿Sabías que podemos influir en cómo se expresan nuestros genes sin alterar nuestro código genético? En este artículo nos embarcaremos en un viaje hacia el rejuvenecimiento natural a través de la ciencia detrás de la epigenética. Ese puente entre nuestro estilo de vida y nuestra genética y donde la ciencia se encuentra con la esencia del ser, dando inicio así, a tu transformación.
¿Qué es la epigenética?
La palabra "epigenética" se compone de dos partes: "epi", que proviene del griego y significa "sobre", "por encima de" o "además de" y "genética", que se refiere al estudio de los genes. Así, la epigenética se traduce en el estudio de lo que está "sobre la genética"; es decir, cómo el ambiente y nuestro comportamiento pueden influir en la forma en cómo se expresan nuestros genes, sin alterar nuestra secuencia de ADN.
Para explicarte qué es la epigenética, piensa en un gran libro de cuentos, uno que contiene todas las historias que han sido y serán escritas sobre ti. Este libro es único y personal, y guarda los secretos de todo tu ser; cada página narra un aspecto de tu vida, tu salud y tu belleza. Los genes que heredamos de nuestros padres son esas palabras impresas en ese libro, fijas e inmutables y escritas con la tinta de nuestro ADN. Pero aquí viene lo verdaderamente interesante, aunque las palabras no cambian, la forma en que leemos esas historias varían enormemente. Eso, es la esencia de la epigenética.
Ahora imagina que sobre ese libro hay una lámpara y con ella podemos iluminar ciertas páginas, mientras que otras quedan en la obscuridad. La luz, simboliza nuestro estilo de vida, nuestras decisiones diarias y nuestros pensamientos y emociones. Con cada elección que tomamos, ajustamos la intensidad de la luz, destacando algunas historias hacia el bienestar y felicidad y dejando otras hacia la enfermedad y la tristeza.
La epigenética es ese proceso por el cual podemos enfocar la luz sobre las páginas más hermosas y positivas de nuestro libro, sin cambiar las palabras, pero sí alterando la forma en cómo se leen y se interpretan. Aunque no podemos cambiar las palabras impresas por nuestros ancestros, sí tenemos la capacidad de escoger qué historias iluminamos con nuestras acciones diarias.
Así que, cada vez que optamos por una alimentación balanceada, ejercitamos nuestro cuerpo, nos rodeamos de amor y positividad, o nos tomamos un momento para meditar y conectar con nuestro ser, estamos moviendo esa lámpara e iluminando las páginas que hablan de una vida larga, saludable y hermosa.
De esta forma, la epigenética nos enseña que somos las lectoras y editoras de nuestro propio libro de vida. No solo no estamos atadas a las historias escritas antes de nuestro tiempo; si no que tenemos el poder de resaltar los capítulos que queremos vivir plenamente. ¿No te parece esto fascinante? Tenemos todo el poder de cambiar la forma en cómo queremos vivir nuestra vida.
Dos de los científicos más influyentes
En nuestro viaje a través del fascinante mundo de la epigenética, es imposible no hablar del trabajo de dos de los científicos más influyentes que han abierto las puertas a este revolucionario campo. Uno de ellos es el Dr. Bruce Lipton, un pionero biólogo celular cuya pasión y dedicación han arrojado luz sobre cómo nuestro entorno y nuestras percepciones pueden influir directamente en la expresión de nuestros genes.
Es Autor del libro "La biología de la creencia", y en él, el Dr. Lipton nos invita a explorar la poderosa idea de que nuestras creencias y pensamientos tienen el potencial de transformar nuestra salud a nivel celular. Su trabajo nos recuerda que somos mucho más que meras espectadoras en este gran teatro de la genética; sino que somos directoras capaces de influir en el guión de nuestra propia vida.
Por otro lado, tenemos al Dr. David Sinclair, un visionario en la investigación del envejecimiento y profesor en la prestigiosa Facultad de Medicina de Harvard. A través de su libro “Alarga Tu Esperanza de Vida: Cómo La Ciencia Nos Ayuda a Controlar, Frenar Y Revertir el Proceso de Envejecimiento”, el Dr. Sinclair despliega ante nosotras una serie de descubrimientos que sugieren que envejecer no es inevitable. Al leer su libro, descubrimos que el envejecimiento puede ser más que una "perilla" epigenética que podemos aprender a controlar, abriendo así la puerta a una vida más larga y plena. Su investigación nos alienta a ver el envejecimiento desde una nueva perspectiva, no como un destino ineludible, sino como un desafío científico que estamos empezando a comprender y, eventualmente, a dominar.
"La biología de la creencia" del Dr. Lipton
Su libro nos lleva hacia un viaje transformador sobre el entendimiento de cómo nuestras creencias modelan la realidad de nuestro ser, tanto a nivel celular como de nuestras vidas. Su segundo capítulo nos suelta una verdad reveladora: lo que creemos, con todo nuestro ser, tiene el poder de influir en nuestra biología de manera profunda y duradera.
Nos muestra cómo nuestras percepciones y creencias actúan como directores de orquesta en el sinfónico concierto de nuestra biología. Imagina cada célula de tu cuerpo como un instrumento musical, esperando ser tocado por la directora de tus creencias. Cuando armonizamos todas nuestras creencias hacia la positividad, la esperanza y el amor, dirigimos una sinfonía del bienestar que resuena a través de cada célula de nuestro ser, promoviendo de esta forma una completa transformación y salud.
Esto nos invita, por una parte, a reflexionar profundamente sobre el poder que tenemos de moldear nuestra realidad a través de nuestras creencias, y por la otra, nos alienta a cuestionar y, si es necesario, a reescribir las creencias limitantes que nos han mantenido atadas a patrones de pensamiento y comportamiento que no nos sirven para lograr tener un mayor bienestar.
Conforme nos vamos adentrando en su libro, el Dr. Lipton nos suelta una verdadera joya presentándonos una idea revolucionaria: no estamos atadas a nuestra programación genética; sino que tenemos en nuestras manos, o mejor dicho, en nuestra mente, la capacidad de influir en nuestra realidad y bienestar.
El Dr. Lipton nos abre los ojos a la comprensión de que nuestros pensamientos y cómo interpretamos el mundo a nuestro alrededor pueden, de hecho, "anular" los dictados de nuestros genes. Imagina por un momento que cada pensamiento que cruza por tu mente es una pincelada en el lienzo de tu vida; con cada percepción y creencia que sostenemos como verdadera, estamos creando activamente nuestra realidad, para bien o para mal. Esto es una verdadera bomba, ¿no crees?
¿Alguna vez te habías detenido a considerar que la llave hacia tu salud, tu felicidad y tu éxito están en la forma en como orientas tus pensamientos? El Dr. Lipton nos invita a observar nuestros patrones de pensamiento y a cuestionar nuestras percepciones limitantes, para así reescribir conscientemente la narrativa de nuestras vidas.
Al comprender y trabajar con nuestra mente subconsciente, tenemos la capacidad de transformar nuestras vidas de formas que apenas comenzamos a imaginar.
También, nos revela que nuestra mente subconsciente, esa parte de nosotras que opera fuera de nuestra conciencia diaria, es increíblemente poderosa. Funciona como un vasto almacén de creencias y programas que han sido grabados a lo largo de toda tu vida. Estos programas, aunque a menudo invisibles para nuestra mente consciente, dictan gran parte de nuestro comportamiento, nuestras reacciones emocionales e incluso, influyen en nuestra biología.
Pero aquí radica la belleza de este descubrimiento: una vez que comprendemos cómo funciona nuestra mente subconsciente, podemos empezar el trabajo de reprogramar esas creencias que no nos sirven y que nos están limitando. Imagina tener el poder de instalar un nuevo y mejorado software en tu mente, un software que te permita alcanzar tus más altos ideales de salud, felicidad y éxito. ¿No te parece extraordinario?
Finalmente, el Dr. Lipton nos hace hincapié en la interconexión que existe entre la mente y la materia, un concepto central en la física cuántica, y el cómo nuestra percepción del mundo influye directamente en nuestra realidad física. Esta idea nos empodera aún más para tomar el control de nuestras vidas, y entender que cada pensamiento y emoción tiene un impacto tangible en nuestro cuerpo y en el mundo que nos rodea.
“Alarga Tu Esperanza de Vida: Cómo La Ciencia Nos Ayuda a Controlar, Frenar Y Revertir el Proceso de Envejecimiento”, del Dr. Davir Sinclair
El Dr. Sinclair nos introduce en la ciencia del envejecimiento, mostrándonos cómo los avances en genética, epigenética y el metabolismo están desentrañando los secretos de por qué envejecemos y cómo podemos hacerlo más lentamente, e incluso, cómo podemos revertir algunos aspectos de este proceso.
Imagina por un momento un ingrediente mágico, algo capaz de encender la chispa de la juventud dentro de nuestras células, revitalizándolas de adentro hacia afuera. Ese ingrediente se llama “NMN o NAMN” (nicotinamida mononucleótido), un precioso aliado en nuestro viaje hacia una vida más larga y saludable. Este compuesto es un precursor del “NAD+” (nicotinamida adenina dinucleótido), una molécula vital que es como el elixir de la energía para nuestras células. Desempeña un papel crucial en la conversión de energía de los alimentos que consumimos en energía utilizable por nuestras células. Además, está involucrado en la reparación del ADN, la regulación de los ciclos de sueño y vigilia, y otras funciones celulares importantes, incluyendo el proceso de envejecimiento.
A medida que envejecemos, los niveles de NAD+ naturalmente disminuyen, llevándose consigo una parte de nuestra vitalidad y resistencia. Pero aquí es donde el NAMN entra en escena, como un faro de esperanza.
El NAMN tiene el poder de elevar los niveles de NAD+ en nuestro cuerpo, reavivando nuestras células y apoyándolo en funciones cruciales como la conversión de alimentos en energía, la reparación del ADN, y mucho más.
Los estudios en animales han mostrado una ventana hacia el potencial de NAMN para mejorar la resistencia muscular, la función de nuestras centrales energéticas celulares, que son las mitocondrias, y la capacidad de resistir a enfermedades asociadas con el envejecimiento. Imagínate poderle dar a nuestro cuerpo un regalo que lo rejuvenezca, que lo llene de energía y vitalidad, que nos permita disfrutar de la vida con la plenitud que merecemos. Eso es lo que el NAMN y el aumento de los niveles de NAD+ pueden significar para nosotras. Aunque aún se está aprendiendo sobre su impacto en los humanos, la promesa que el NAMN ofrece es interesante y llena de posibilidades.
Por otra parte, el Dr. Sinclair nos habla de las sirtuinas, unas proteínas guardianas de la juventud que juegan un papel crucial en la reparación del ADN, el metabolismo energético y la inflamación. Nos cuenta cómo la activación de estas proteínas, a través de cambios en la dieta, el ejercicio y posiblemente, con la ayuda de algunos fármacos, se puede ampliar significativamente nuestra salud y longevidad.
La clave para activar el programa de las sirtuinas parece consistir en mantener las cosas al límite con la restricción calórica; la comida justa para funcionar sin perjudicar la salud. Las investigaciones han demostrado una y otra vez que la restricción calórica sin malnutrición, induce la longevidad en todas las formas de vida. La restricción calórica activa el circuito de supervivencia, que avisa a los genes de la longevidad para que hagan lo siempre han hecho: estimular las defensas de las células, mantenernos con vida en épocas de adversidad, protegernos ante las enfermedades y el deterioro, minimizar el cambio epigenético y ralentizar el envejecimiento.
Hoy en día, los estudios con seres humanos demuestran que un ayuno intermitente tiene beneficios tremendos para la salud, aunque los períodos de ayuno sean efímeros. Cualquier dieta de ayuno intermitente que no te provoque malnutrición activará tus genes de la longevidad, lo que hará que disfrutes de una vida más larga y saludable, además que evitará las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el ictus y el cáncer.
Por otro lado, el Dr. Sinclair nos habla sobre las consecuencias negativas del consumir proteína animal. Estudio tras estudio han demostrado que las dietas basadas en el consumo de proteína animal se asocian a una mayor mortalidad por enfermedad cardiovascular y un mayor riesgo de cáncer. Las más perjudiciales son las carnes rojas procesadas como las salchichas, el jamón y el tocino que son carcinógenos según las conclusiones de cientos de estudios. También, la carne roja contiene carnitina, que las bacterias intestinales convierten en trimetilamina-N-óxido o TMAO (por sus siglas en inglés), una sustancia química que se sospecha es la causante de las enfermedades coronarias.
Sin embargo, sin los aminoácidos, que son los compuestos orgánicos que hacen las veces de ladrillos para todas las proteínas del cuerpo humano, moriríamos rápidamente. Sin ellos, y especialmente sin los nueve aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no puede sintetizar (histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina), nuestras células no podrían producir las enzimas necesarias para vivir. Así que la clave está en limitar el consumo de la carne.
Cuando sustituimos la proteína animal por proteína vegetal, los estudios demuestran que todas las causas de mortalidad disminuyen de forma significativa. La mala noticia es que, a diferencia de la mayoría de las carnes, las verduras tienen cantidades limitadas de aminoácidos esenciales. Así que si haces ejercicio lo mejor es comer carne.
Ahora bien, imagina por un momento que tenemos un interruptor secreto dentro de nosotras capaz de activar nuestra fuente de juventud y vigor. Pues ese interruptor es el ejercicio, esa práctica que a veces amamos y otras postergamos, es en realidad una de las formas más poderosas de hablarle a nuestros genes de la longevidad y decirles que es hora de activar el modo de supervivencia.
Sinclair nos señala que cuando nos movemos, cuando desafiamos a nuestro cuerpo con actividad física, estamos haciendo mucho más que quemar calorías o construir músculos; estamos enviando una señal poderosa a nuestro organismo para que aumente los niveles de NAD, esa molécula esencial que actúa como el combustible para activar el circuito de supervivencia de nuestras células. Este circuito, lejos de ser un llamado a la batalla, es una invitación a fortalecerse, a aumentar la producción de energía y a construir más capilares para que nuestro oxígeno fluya mejor. En esencia, es una renovación de dentro hacia afuera.
Lo maravilloso del ejercicio es que beneficia a nuestros reguladores de longevidad, como el AMPK (AMPK, que es una enzima esencial que ayuda a las células a manejar el estrés energético, promoviendo procesos que generan energía y deteniendo aquellos que la consumen excesivamente, contribuyendo así a la salud metabólica y potencialmente extendiendo la vida útil), el mTOR y las sirtuinas, independientemente de lo que comamos. Estos guardianes de nuestra salud se ven estimulados por el ejercicio para crear nuevos vasos sanguíneos, mejorar la salud de nuestros pulmones y corazón, fortalecernos e incluso, ayuda a extender la vida de nuestros telómeros, esas pequeñas tapas protectoras al final de nuestros cromosomas que se asocian con una vida más larga y saludable.
En resumen, lo que nos está diciendo el Dr. Sinclair es que es el programa de hormesis controlado por el mecanismo de supervivencia, esa ligera adversidad, lo que despierta y moviliza las defensas celulares sin causar demasiados estragos.
El programa de hormesis se refiere a una respuesta biológica caracterizada por los efectos beneficiosos que resultan de exponer al cuerpo a niveles bajos de estrés sin dañar la célula, como por ejemplo algunos ejercicios como el HIIT, el ayuno intermitente, las dietas bajas en proteínas y la exposición al frío y al calor, que inducen una serie de respuestas adaptativas y mecanismos de defensa que mejoran la salud y la función del organismo, incrementando así su resistencia a mayores daños.
Interesante ¿no?, científicos de la teoría del envejecimiento del estrés oxidativo nos señalan que estresar el cuerpo es una de las causantes del envejecimiento, sin embargo, recientes investigaciones nos dicen que un poco de estrés es bueno. Así que, yo creo que lo ideal será mantener un equilibrio en el nivel del estrés que le provocamos a nuestro organismo, ¿no crees?
Después de leer a estos dos reconocidos científicos me llevo a recordar que en la psicología y neurociencia algunos científicos se han cuestionado si los seres humanos tenemos en realidad “libre albedrio” sobre las decisiones que tomamos en nuestra vida, sobre qué estudiamos, con quién nos casamos, por quién votamos, al parecer, aseguran algunos científicos, esas decisiones vienen programadas en nuestros genes; aunque desde mi punto de vista, es una mera simplificación, ya que la mayoría de los científicos sostienen que el comportamiento humano es el resultado de una compleja interacción entre la genética, el ambiente y las experiencias personales, lo que deja espacio para el libre albedrío dentro de ciertos límites biológicos y ambientales.
Y esos límites, como lo acabamos de ver, están en hacer consciente lo inconsciente, y de esa forma, modificar nuestros pensamientos y creencias para llevarnos a actuar de manera libre; y conscientemente, modificar nuestros hábitos de vida como hacer ejercicio y comer sanamente. Así que, no hay área de la ciencia que diga que tú no tienes el poder de decidir qué tipo de vida quieres vivir. Una vida llena de salud y bienestar o una vida llena de enfermedades y deudas.
Te lo dejo sobre la mesa para que reflexiones de forma seria y objetiva lo que quieres para tu vejez.
En este apasionante viaje a través del mundo de la epigenética, descubrimos que tenemos ante nosotras dos poderosas herramientas capaces de cambiar nuestro bienestar. Por una parte, cada pensamiento, cada creencia que albergamos en lo más profundo de nuestro ser, tiene la increíble capacidad de transformar nuestra realidad, no solo en cómo nos sentimos cada día, sino hasta en el más profundo nivel celular. Lo que llevamos en el corazón y en la mente tiene el poder de influir de manera profunda y perdurable en nuestra biología. Es como si nuestras creencias y percepciones fueran los pinceles con los que pintamos el cuadro de nuestra vida. Dentro de nosotras reside un inmenso poder: el poder de cambiar nuestro estado de salud, nuestras relaciones, y nuestro camino en la vida, con simplemente cambiar la forma en como pensamos y percibimos el mundo.
Por la otra parte, tenemos el inmenso poder de la alimentación y el ejercicio, dos pilares fundamentales que sostienen el templo de nuestro bienestar. La forma en cómo nutrimos nuestro cuerpo y cómo lo movemos, son esenciales en el camino hacia la longevidad. Es como si a través de lo que comemos y cómo ejercitamos nuestro cuerpo, estuviéramos afinando los instrumentos de una orquesta, asegurándonos de que cada nota resuene con claridad y armonía, contribuyendo a la sinfonía de nuestra salud y felicidad.
Recuerda que mientras navegas por la vida tienes a tu disposición poderosas herramientas: tus creencias, tus percepciones, la alimentación y el ejercicio. Cada una, a su manera, tiene el potencial de guiarte hacia un bienestar duradero, por lo que te invito a abrazar estas prácticas, a creer en el poder transformador de tus pensamientos y en la vital importancia de cuidar tu cuerpo.
Y si este viaje hacia el bienestar integral y el rejuvenecimiento natural resuena contigo, no dejes de unirte a esta nueva “Evolución Preaging”, que consiste en adoptar un enfoque holístico y consciente hacia el cuidado preventivo de la piel y del bienestar en general, enfocándote en prácticas y hábitos que puedes adoptar antes de que los signos del envejecimiento comiencen a aparecer.
Y para aquellas mujeres que están listas para dar el siguiente paso, recuerda que Beauté Al Natural es ese software que te ayuda a modificar malos hábitos de vida, haciendo consciente tu inconsciente, y abriendo la puerta hacia una transformación profunda y natural.
"Donde la juventud, la belleza y el bienestar se unen".
The Antiaging Coaching Room.
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